Hoy en día estamos todos inmersos en un mundo cargado de retos y oportunidades. Por ello, como educadores estamos llamados a buscar constantemente nuevas y dinámicas estrategias metodológicas que garanticen el aprendizaje de nuestros estudiantes. Especialmente en el ámbito educativo esto conlleva no sólo a la responsabilidad pedagógica del docente para garantizar el aprendizaje de los estudiantes, sino que también requiere de nuestra parte, un compromiso con seres humanos ávidos de conocimiento y cargados de la energía innata de la infancia y la juventud.
Teniendo en cuenta lo anterior, como educadora busco un propósito que vaya más allá de lo pedagógico y que permita incorporar al estudiante como protagonista de su propio proyecto de aprendizaje de la lengua. Estoy plenamente convencida de que un buen y armonioso ambiente dentro del espacio educativo promueve significativamente la participación del estudiante y actúa como eje fundamental en el desarrollo de las habilidades comunicativas necesarias en el proceso de aprendizaje de la lengua.
De acuerdo con mi experiencia como educadora en todos los niveles escolares, incluyendo el ambiente universitario, puedo confirmar que el proponer a los estudiantes actividades lúdicas, organizadas, atractivas y metodológicamente bien estructuradas, tales como canciones, poemas, cuentos, historietas, obras de teatro y videos, entre otras, posibilitan no sólo la adquisición de la lengua sino también el disfrute del aprendizaje del mismo.
He comprendido a través de los años de mi práctica pedagógica que todos los que se enfrentan al aprendizaje de una lengua, logran aprehenderla en la medida en que encuentran en el educador u educadora la confianza y la seguridad para expresarse, lo cual como he mencionado está directamente relacionado con la intervención efectiva del professor en el aula. Como educadora, entiendo que acercarse a un idioma amplía nuestro panorama y el exponer a los estudiantes al conocimiento y al reconocimiento de otras culturas les ayuda a reafirmar su identidad y a reconocer la importancia del otro en un mundo que todos compartimos. De ahí que promueva como educadora el respeto por la vida, la cultura y la individualidad dentro del espacio educativo.
Considerando que el aprendizaje de una segunda lengua implica la instrucción gramatical, propongo como educadora que esta instrucción no se convierta en el eje fundamental de los encuentros con los estudiantes, sino que mi objetivo se base más en la interacción de los alumnos con la lengua, a través de prácticas metodológicas que apunten a la interacción con la lengua y que favorezcan la dimensión comunicativa. Esta metodología se basa en las nuevas teorías para la adquisición de una segunda lengua y su eficacia se pone de manifiesto cuando a los pocos días de trabajo con los estudiantes, éstos hacen uso de la lengua casi sin darse cuenta de que lo están haciendo. Algunas de estas actividades proponen la distinción de características similares y/o diferentes entre objetos o situaciones, reflexiones sobre la cultura a través de diálogos, comparaciones entre deportes, rutinas diarias y la vida saludable, etc. Además de las múltiples posibilidades para interactuar en el campo pedagógico con los estudiantes, reconozco también la importancia de la tecnología en la actualidad y estoy de acuerdo con sus usos en la adquisición de una segunda lengua, siempre y cuando las actividades sean creadas por el educador y contengan un claro propósito educativo. He incluído en mi trayectoria docente Duolingo, Babel, Busuu, Quizlet, Kahoot y algunos tutoriales de gramática para los estudiantes.
Aunque quiero expresar que el educador perfecto no existe, si creo firmemente en que como educadores estamos construyendo nuestra noble profesión en el día a día, entendiendo y respetando la identidad e individualidad de nuestros estudiantes; por lo tanto, la efectividad del proceso de aprendizaje dependerá de que tan capaces seamos de crear actividades pedagógicas que además de lograr la adquisición del idioma, garanticen la confianza de los estudiantes para comunicarse efectivamente dentro de una sociedad que evoluciona y que los enfrenta a constantes retos.